Elegimos esta escena ya que lo consideramos como un retrato del protagonista, Lester Burnham; más específicamente, un retrato de la transformación que el personaje va a atravesar a lo largo de toda la película.

La escena comienza con Lester y su mujer en el gimnasio, donde fueron a ver a su hija como porrista. Aquí, la forma de retratar al hombre representa su estado durante el comienzo de la película: sedado. Esto se logra con una iluminación pareja la cual genera poco contraste en el personaje; colores neutros en su vestimenta, principalmente el gris; una mirada distante (a cámara) y una postura desganada, además de que no se voltea cuando habla con su mujer. Estos aspectos se mantienen durante gran parte de la presentación de las porristas, hasta que toma protagonismo Ángela Hayes, la mejor amiga de su hija. Además de la coreografía, la escena nos obliga a concentrarnos en ella a través de un zoom in, para luego ser respondido con un zoom in en Lester. Entonces, cuando llegamos a un primer plano del hombre, Ángela es iluminada con un reflector, el resto de las porristas y el público desaparecen con su sonido y empieza una música/melodía casi hipnótica. Esto nos indica que entramos en un espacio de la mente o imaginación de Lester, lo que se nos confirma cuando él es iluminado con mayor intensidad, generando sombras de mayor contraste y un fondo negro. Comienza un montaje entre el baile seductor de Ángela y primeros planos de Lester, donde por primera vez vemos reacciones más activas del personaje: se nota su excitación y atracción con la joven, se lo ve con el ceño fruncido y la respiración más pesada. Sin embargo, en todo momento se observan indicios de que es la  imaginación de Lester. Para empezar, los planos detalle de sus ojos nos indican que los planos de Ángela son planos subjetivos que provienen de la mente de él. Por otro lado, la iluminación con reflector de Ángela nos da la idea de espectáculo, algo que no es real. Además, la repetición de planos de Ángela (una misma acción que se repite varias veces, en planos consecutivos), son el recordatorio constante de que nos estamos enfrentando a algo ficticio generado por la imaginación de Lester. Al final del baile de Ángela, se nos muestra lo que va a ser la motivación del protagonista a lo largo de toda la película. Vemos que la joven se abre el buzo, y pétalos de rosas rojas salen volando. En inglés, la palabra deflower (desflorecer) se usa específicamente cuando se habla de “tener relaciones sexuales con una mujer que nunca las tuvo/ con una mujer virgen”. 

Este montaje finaliza abruptamente y se pasa a un plano de las chicas en su pose final. Vuelven los sonidos diegéticos, la iluminación con menor contraste. Pero cuando pasamos al plano final de Lester, lo vemos sonriendo. Como dijimos, esta escena representa la transformación de Lester durante toda la película, que pasa de ser un hombre “sedado”a tener una motivación (acostarse con Ángela) lo cual lo lleva a querer cambiar tanto en el exterior como en el interior.